Salmos 28
1 A ti clamaré, oh Jehová.
Roca mía, no te desentiendas de mí,
Para que no sea yo, dejándome tú,
Semejante a los que descienden al sepulcro. 2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,
Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo. 3 No me arrebates juntamente con los malos,
Y con los que hacen iniquidad,
Los cuales hablan paz con sus prójimos,
Pero la maldad está en su corazón. 4 Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos;
Dales su merecido conforme a la obra de sus manos. 5 Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,
Ni a la obra de sus manos,
Él los derribará, y no los edificará. 6 Bendito sea Jehová,
Que oyó la voz de mis ruegos. 7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré. 8 Jehová es la fortaleza de su pueblo,
Y el refugio salvador de su ungido. 9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad;
Y pastoréales y susténtales para siempre.
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible